Marzo, el mes de la endometriosis

Hoy os traemos este artículo aprovechando que el mes de marzo ha sido el mes de la endometriosis, la gran desconocida entre la población y una de las enfermedades silenciosas que va en aumento.

¿Qué es la endometriosis?

Se entiende por endometriosis cuando el tejido que recubre al útero (tejido endometrial) crece en otro lugar que no le corresponde, es decir, fuera del útero. Esta enfermedad afecta a muchas mujeres sobre todo en edad fértil, y su diagnóstico precoz va a ser clave de cara a su tratamiento y recuperación.

Los lugares de crecimiento de este tejido endometrial más comunes son:

  • Ovarios.
  • Intestino.
  • Vejiga.
  • Parte posterior del útero.
  • Cavidad pélvica.
  • Ligamentos uterinos.

Algunas de las causas de esta patología son:

  • Factores genéticos.
  • Alteraciones del sistema inmune.
  • Alteraciones anatómicas.
  • Alteraciones biomoleculares del endometrio.
  • Ambiente peritoneal.

Síntomas más frecuentes de la endometrosis

El diagnóstico de la endometriosis es un diagnóstico médico. Podemos sospechar de la aparición de dicha patología si tenemos algunos de los siguientes síntomas, pero recuerda que debes acudir a tu médico especialista para la confirmación del mismo y que paute el tratamiento médico indicado en cada caso.

  • Dolor en la esfera abdominopélvica.
  • Cólicos que nos incapacitan para la realización de actividad física o para la realización de algunas actividades de la vida diaria durante la menstruación.
  • Dolor agudo y severo en el abdomen durante la menstruación.
  • Dismenorrea.
  • Sangrados fuera del periodo menstrual.
  • Fatiga prolongada.
  • Vaginismo.
  • Dispareunia.
  • Hipertonía de la musculatura del suelo pélvico.
  • Edema abdominal.
  • Edema sacro.
  • Inflamación de la vulva.
  • Infecciones vaginales de repetición.
  • Alteraciones el aparato digestivo, como diarrea o estreñimiento y nauseas.
  • Dificultad o imposibilidad para la concepción.

¿Cómo puedo tratarlo con fisioterapia?

El tratamiento de fisioterapia pasa por una valoración individual global de la mujer. Una vez establecido los orígenes y los síntomas con los que acude la paciente a consulta, podemos emplear las siguientes técnicas.

  • Diatermia.
  • Terapia manual ( sobre todo revisando la faja lumbopélvica y el suelo pélvico).
  • Drenaje linfático manual.
  • Punción seca.
  • Ejercicios respiratorios y posturales. Sobre todo nos interesará realizar posturas en posición de declive pélvico ( para favorecer el drenaje).
  • Ejercicios hipopresivos.
  • Ejercicios de reeducación propioceptiva del periné.
  • Cuidados alimenticios.

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