SER MADRE EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS (I)

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Retomamos el blog con una de las entradas más especiales que hemos publicado nunca.

Hoy, 26 de abril de 2020, llevamos más de un mes confinados en casa, en cuarentena, sin poder hacer nuestra vida de antes.

Pero la vida sigue girando y en todas estas semanas muchas mujeres y parejas han formado una familia (o están a punto de formarla) en medio de una pandemia. Las calles de la ciudad están vacías y la gente con los nervios a flor de piel. Hay muchos que están enfermos y otros tantos pierden (o han perdido) a sus seres queridos, mientras sucede todo esto, estas familias viven uno de los momentos más especiales de su vida: el nacimiento de su bebé, con todo lo que ello conlleva.

Si convertirse en madre/padre nos ha parecido siempre una heroicidad, hacerlo en estos tiempos tan duros y de tanta incertidumbre ya nos parece algo de otra galaxia.

A lo largo de todas estas semanas nos hemos empeñado en «acompañar» y seguir en contacto con esas parejas embarazadas o que acaban de tener un hijo/hijos, de ayudarles en la medida de nuestras posibilidades o, como mínimo, de escuchar sus dudas, sus miedos y ser testigos de cómo es SER MADRE EN TIEMPOS DE COVID-19.

Es por eso, que nos parece algo súper especial el poder mostraros a través de diferentes relatos que est@s han escrito para Hegoa, explicándonos cómo se sienten y cómo les afecta esta situación.

Aprovechamos por supuesto para agradecer de todo corazón a todas estas parejas el haber compartido con nosotros sus palabras llenas de sentimiento, de confidencias y de amor. De una manera muy especial recordaremos también cada una de vuestras historias.

Nada más, os dejamos con sus relatos.
Disfrutadlos.

Relato I

En mi caso coincidió terminar la cuarentena tras dar a luz, con el inicio de confinamiento.
Recuerdo que el sábado que el gobierno decretó los primeros 15 días en casa me invadió el agobio.

Mil dudas sobre cómo les iba a afectar a las pekes y a nosotros, recién estrenados padres por partida doble: si distinguirían el día de la noche; si les afectaría a la hora de dormir… Cómo lo íbamos a afrontar nosotros 24 horas al día en casa con las pekes; si seríamos capaces de controlar momentos de lloros, posibles cólicos, problemas con la lactancia y cualquier otra circunstancia nueva que pudiese surgir…

Afortunadamente en nuestro caso ese agobio inicial fue en vano. Hemos aprendido a disfrutar aún más de las pekes, a aprovechar cada día para probar y experimentar cosas nuevas.

Nuevas maneras de estimulación, nuevas posturas para amamantar, nuevas técnicas para calmar el llanto, para dormirlas, …etc. Y todo sin prisa, sin estar pendiente de horarios ni calendarios.

Al alargarse el confinamiento en casa nos coincidió con las primeras vacunas y aparecieron nuevas dudas. ¿Se cancelarían las citas? Que medios deberíamos tomar para acudir al centro de salud? Nos estábamos exponiendo a un riesgo innecesario?.

Es cierto que no existe demasiada información constatada sobre el coronavirus en relación con la lactancia, los bebés, etc. Y por esto último y aunque mi experiencia pueda parecer muy optimista, admito que sigo teniendo mil dudas al respecto.

La lactancia y crianza de 2 bebés a la vez es en sí un mar de dudas constantes, y más en una situación como la actual. ¿Qué pasaría si alguien del núcleo familiar contrajera el virus?.

¿Cómo deberíamos realizar el aislamiento en casa con las pekes?. ¿Cómo adaptarnos con 2 pekes si uno de nosotros debe aislarse?. ¿Podría seguir con la lactancia materna exclusiva?.

Mil y una dudas que aún leyendo información de medios sanitarios no me dan la seguridad y credibilidad que deberían.

Relato II

El embarazo es una etapa preciosa, llena de INCERTIDUMBRE, que nos prepara para lo que supongo será un momento único: el nacimiento de nuestra pequeño (si bien creo, que hasta que no le vea la carita a mi futura hija no seré consciente de la magnitud de todo esto). En mi caso particular, como mujer embarazada de 34 semanas esperando a mi primera hija, está siendo una época llena de emociones, en la mayoría de los casos contrapuestas: alegría, nervios, miedo, emoción, dudas… pero sin duda, la palabra que mejor describe el proceso es la INCERTIDUMBRE. ¿Cómo será el parto? ¿y la crianza?, ¿cómo estará ella?, ¿será normal esto que siento? ¿estará sana? Son miles las preguntas que golpean mi cabeza entre cita médica y revisión.

Siendo primeriza, y al no tener experiencia al respecto, intentas prepararte de la mejor manera posible, tanto física como mentalmente, para afrontar los cambios que se nos avecinan, y en consecuencia aprovechas todos los medios de los que dispones: clases de yoga, pilates, preparto, lectura de libros, información facilitada por especialistas, etc.

Sin embargo, un día cualquiera, y sin que nadie pudiera esperarlo o planificarlo, se declara un estado de alarma, sin precedentes en tu vida, que te cambia la perspectiva y tus planes por completo.

La mayoría de los recursos a los que tenías acceso se cancelan, debes confinarte en casa y el lugar donde iba a finalizar la etapa del parto y comenzar el camino con tu bebé, se convierte en el último espacio al que te apetece acudir. Y a todos los miedos que ya tenías, se le suma uno mucho más grande: una pandemia mundial. Sientes como tus planes se han derrumbado y que te has quedado a medias sin ayuda en el proceso de traer a tu hija al mundo, algo que no puede esperar, ni pararse hasta que todo esto pase y volvamos a la normalidad.

Nuevos miedos te invaden y crece la sensación de INCERTIDUMBRE: ¿qué ocurrirá si me contagio? ¿y si lo hace mi pareja? ¿cómo será la situación en el hospital? ¿y las próximas citas médicas? ¿si nace y se contagia?.

Por suerte, esta situación tan surrealista nos ha servido en muchos casos, para ver la buena voluntad, bondad y generosidad de la gente y de los profesionales que nos rodean. Todo el mundo se ha volcado para poder seguir ofreciéndonos su ayuda, seguir con las clases preparto aunque sea online (eskerrik asko Sarai 😊 ) y poder continuar con el proceso de la mejor manera posible y dentro de lo que cabe, con la mayor normalidad posible. Toda la ayuda y el apoyo recibido, nos sirve para apaciguar esas nuevas dudas surgidas, y minorar las INCERTIDUMBRES, que ya de por sí son muchas.

Por eso, solo me queda decir bien alto ESKERRIK ASKO a todo el mundo que ha seguido y sigue acompañándonos durante este embarazo, para disipar nuestras dudas y conseguir que todo siga siendo de la mejor manera posible. En esta situación más que nunca, se agradece y se valora todo ese esfuerzo que realizan, así que MILA ESKER BIHOTZ BIHOTZEZ.

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