Nuevas maneras de vivir la menstruación

Hoy hablamos de la menstruación. Sobre este tema podríamos hablar largo y tendido, ¿verdad? Porque, aunque nos acompaña desde hace unos cuantos miles de años, sigue siendo un proceso fisiológico (como el comer y el dormir) del que poco se habla, del que poco se comenta, del que poco se conoce. Y, aunque, hoy no queremos meternos con la cantidad de desinformación y (auto) desconocimiento que hay en torno a la menstruación, queríamos reseñarlo igualmente.

Nos gustaría hacer una exposición de los diferentes dispositivos de protección de los que disponemos cuando estamos con el periodo. No hay que echar la vista muy atrás en el tiempo para ser conscientes de la cantidad de nuevos «artilugios» que han aparecido en los últimos años para usar durante la menstruación. Vamos a enumerarlos, conocerlos un poco más, y, siempre desde nuestro punto de vista profesional como fisioterapeutas especialistas en suelo pélvico, hacer una pequeña evaluación de ellos.

Antes de ponernos con cada uno de ellos, vamos a plantear varias generalidades en las cuales basamos nuestras “preferencias” y que queremos transmitiros:

Por un lado, creemos muy importante, y así lo transmitimos en nuestras sesiones a nuestras pacientes,  evitar, en términos generales,  bloquear la salida de la regla con elementos intracavitarios que no permiten que la sangre menstrual caiga y bañe las paredes vaginales, proceso fisiológico y necesario para la reparación de la mucosa vaginal. Por lo tanto, invitamos a no usar (o en la menor medida de lo posible) elementos como el tampón o la copa menstrual.

Evidentemente, un tema muy relevante a tener en cuenta es la cantidad de sangrado que se presente, esto va a ayudar a decantarnos más por un método u otro. Pero esto de la cantidad de sangrado menstrual es otro melón a desgranar, puesto que las cantidades que en general evacuamos en la actualidad distan bastante de lo que ancestralmente las mujeres tenían (signo que evidencia las modificaciones fisiológicas que estamos padeciendo a nivel hormonal por el estilo de vida y otros factores que influyen directamente).

Por último, reseñar también la importancia de conocer nuestra necesidad y situación individual: primeras reglas en la vida de una mujer, la vuelta a la menstruación después de los partos… Cada mujer y/o persona que menstrúa es un mundo y lo único importante es ser capaces de conocer nuestra propia menstruación, no negarla, no odiarla… 

Pasamos a continuación a hablar de cada uno de los dispositivos:

1.- Compresas “de marca comercial”: Lo más accesible, lo más “cómodo”, con lo que todas hemos empezado. Recogida externa de la sangre menstrual. La gran pega, los materiales de los que están hechos (plásticos no traspirables) que, en contacto con nuestra piel de manera constante, pueden ser causa de irritaciones y problemas de sensibilidad.

2.- Compresas de algodón. Esta opción es más interesante en cuanto a materiales, el contra, precio más elevado.

3.- Tampón “ marca comercial”. No vamos a decir que es nuestra mejor opción, la verdad. Dispositivo intracavitario, de materiales poco respetuosos… Solo lo recomendamos para usos puntuales en momentos puntuales.

4.- Tampón de algodón /ecológico. Aunque el acceso a ellos no es tan sencillo (no los encontramos en cualquier supermercado), es una opción más interesante.

5.- Copa menstrual. Este método, seguro que te suena y a lo mejor eres usuaria de él. La copa menstrual es un dispositivo de silicona médica que lleva con nosotras entre 15 y 20 años. De uso intracavitario, se coloca al fondo de la vagina y hace una recogida de la sangre menstrual. Se retira con los dedos sintiendo que se elimina el vacío que genera la succión al llevarla puesta. La idea es buena, como método intracavitario, por su material, lo hace más sostenible y respetuoso con el contacto de la mucosa vaginal. En los momentos (sociales, deportivos…) en los que nos vamos a sentir más cómodas siendo usuarias de algo intracavitario, esta opción es muy interesante. Ahora bien, cuidado, nos encontramos con que muchas mujeres no se sienten cómodas con su utilización, “no se apañan con ella” y, por otro lado, también creemos que esa succión que la copa ejerce sobre nuestro cuello uterino genera (de momento, y hasta lo que nosotras conocemos de manera no demostrada ) una tracción visceral poco interesante en la estática visceral. Y, por supuesto, mucho ojo con el uso excesivo: hay que evitar pasar demasiadas horas con ella puesta de manera continua y sobre todo dormir con ella.

6.- Bragas menstruales. Nos proclamamos fans de esta opción, no podemos negarlo. Las bragas menstruales son unas bragas (obviamente) que están diseñadas con una zona de refuerzo formada por varias capas preparadas para la absorción de la sangre menstrual en la zona en contacto con la región vulvar. Funcionan y son super cómodas. Muy respetuosas por sus materiales (algodón), muy seguras ante las temidas fugas y estéticamente cada vez más logradas. Y ¡ojo! que también contamos con bikinis menstruales si esta opción te convence y te apetece irte a la playita.

7.- Esponjas marinas. Este método no es muy común ni conocido, pero existe y como tal, queremos también hablar sobre él. Se trata de unas esponjas que pueden ser de dos tipos: marinas (naturales) y sintéticas. Son de uso intracavitario, se adaptan a la forma de la vagina y su uso suele ser cómodo, ahora bien, su limpieza no garantiza su desinfección completa y hay ciertas mujeres a las que su tacto áspero les produce molestias al contacto con la mucosa vaginal.

8.- Sangrado libre. Y, atención, que aquí hemos llegado a la joya de la corona. Si no has oído hablar de esto nunca, yo te lo cuento y prepárate porque, como mínimo, te va a sorprender. El “free bleeding” es un nuevo método que consiste en sentir y apreciar en qué momento hay que evacuar la sangre menstrual y entonces acudir a un baño para hacerlo y, por lo tanto, de esta manera, no usar ninguna protección. Este tipo de técnica, rompedora, es muy interesante por la necesidad de conexión y reconocimiento corporal que requiere.

Pues como veis, ¡para todos los gustos y colores!



Para terminar creemos que es muy necesario e interesante normalizar el manchado en la ropa por la menstruación. Esta situación, “socialmente desagradable” , nos acompaña como un lastre mensual a todas las mujeres en nuestra etapa fértil y es agotador. ¿Quién no se ha levantado de la silla y se ha girado a mirar si se ha manchado? ¿Quién no le ha preguntado a una amiga alguna vez a ver si tiene el pantalón manchado? Agotador.

Todos conocemos la frase de «nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes», pues en este caso, es muy aplicable. Nos regula en muchos sentidos. Es parte de nosotras.

Puedes escribir aquí tu comentario u opinión:

Nombre*

Correo electrónico* (no se publicará)